miércoles, 13 de agosto de 2008

Corriendo

Cuando volvió a la realidad estaba corriendo. No sabía como había llegado allí, ni hacia donde corría, ni porque... solo sabía que corría a la velocidad del viento. Entonces pensó en si podría parar pero, cuando echó la vista a atrás, vio que siete hombres le perseguían a muy poca distancia e intentaban atraparle, no sabía porque pero eso le daba muy mala espina, ¿acaso había hecho algo malo?

Así que siguió corriendo sin detenerse, cada vez más rápido. Y cuando pensaba que ya se había librado de aquellos hombres, de repente se produjo un gran ruido y un hombre le salió al paso atrapándolo con una especie de manta. No sabía que estaba pasando, ni lo que le ocurriría si se resistía, por lo que se dejo llevar y permitió que le acorralasen y bambolearan aquellas extrañas personas que hablaban en un idioma que jamás había escuchado. Parecía que quisieran desorientarle o hacerle perder los reflejos. Extrañas técnicas de ataque pensó.

Entonces le apresaron en una sala vacía y le dejaron solo. Allí no había nadie más, nadie a quien preguntar sobre lo que estaba ocurriendo, nadie para sacarle de dudas. Por fortuna, al menos, le habían dejado una botella con un líquido transparente que, aunque no era agua, parecía que se podía beber y también algo de ropa con la que taparse.

Trató de relajarse para poder procesar todo aquello, pero estaba tan cansado que casi se quedó dormido y, de repente, la puerta se abrió con un gran estruendo. Había mucho ruido y extrañas luces brillantes que lo cegaban, volviendo a provocarle esa desorientación a la que empezaba a habituarse. Lo condujeron por un largo pasillo hasta un gran espacio abierto, lleno de gente que lo miraba expectante - ¿Acaso van a ejecutarme? ¿Sin ni siquiera decirme que he hecho? ¡Exijo mis derechos!

Le subieron a una especie de patíbulo donde, al parecer, dos reos corrían la misma suerte que él; aunque tuvo la impresión de que su delito había sido mayor que el de aquellos hombres que se encontraban debajo suyo. Y uno tras otro les hicieron agacharse para ponerles lo que le pareció una soga al cuello. Aunque, ¡que extraño!, aquella soga era mucho más suave de lo que el pensaba y no apretaba tanto como en un principio le había parecido. De repente la gente, que no había parado de gritar durante todo el rato, se quedo en silencio total para dar paso a una música que sonó en sus oídos como la más bella del mundo.

Y, de nuevo sin saber porqué, se dio cuenta de que estaba llorando.

4 comentarios:

_monik_ dijo...

"increíble". me encanta tu idea de blog. Me iré pasando. (te descubrí odiando a mis viejos ;))

*

_monik_ dijo...

segunda pastita: estoy segura de que seguiremos intentándolo aunque implique caer y volvernos a levantar, siempre que haya alguna ínfima posibilidad de acertar ;)

espero con ganas la actualización!!

*

Daniel Marcos dijo...

Enigmática historia... no sé si la he llegado a entender o no porque es un poco así como un cuadro de Dalí... que te gusta mucho... pero que no llegas a entenderlo del todo.

capitan.cambio dijo...

Mola, me gusta por que es bastante oscuro. habrá continuación ??
la música son los blind XD ???
animos!!